Jorge McFarlane, récord nacional en salto largo y 110m con vallas, conversó con Fiebre Atlética sobre los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, la Federación Peruana de Atletismo, los Juegos Olímpicos de Río 2016 y Lima 2019.
Foto: Al Bello/Getty Images North America |
Jorge McFarlane, récord nacional de 27 años en las modalidades de salto de longitud y 110m con vallas, contó en exclusiva para Fiebre Atlética cuál es el balance de su campaña en Toronto 2015. Pisa el terreno rocoso del dopaje de Gladys Tejeda superficialmente, como también desmantela el vínculo entre la Federación Peruana de Atletismo y los atletas. Ahora, alimenta su ilusión de llegar a Río 2016 y Lima 2019 con una buena dosis de confianza y superación. Además, comparte su incursión de saco y corbata en el Ministerio de Educación con el Programa de Educación Física y Deporte Escolar.
Desde la tribuna principal, la pista atlética de la Villa Deportiva Nacional (VIDENA) lucía calmada. Una generación joven de atletas entrenaba y completaba el escenario donde se edifica y consolida el talento peruano. La noche tocaba la puerta acompañada de un envolvente viento. Ver a Jorge a descansar por momentos, tras cada intervalo de ejercicios, parecía una ventana abierta para iniciar la entrevista, pero su entrenamiento no había acabado. Hasta que después de 4 horas de gélida espera, cuando partía con su hermano Javier y dos chicas, alzó la mirada hacia nuestra ubicación en la tribuna y puso reversa en su trayecto para concedernos amablemente los párrafos que leerá a continuación.
Jorge, cuéntanos de tu participación en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Competiste en las modalidades de 110m con vallas y salto de longitud. De hecho, en esta última llegaste a la final dentro de los 8 mejores con tu mejor marca de la temporada, 7.80m. ¿Cuál es el balance de tu participación en Toronto 2015?
Estar allá en Toronto fue espectacular. El nivel que se tuvo fue impresionante. Puedo decir que en mis pruebas he competido con los mejores del mundo. En salto largo, el primer día de participación, clasifico dentro de los 12 mejores con 7.52m, ajustando. Es más, no sabía en qué puesto había quedado. De alguna manera, me estaba yendo con un sinsabor. Entonces, llego a la zona de prensa y la gente de Perú me muestra el ranking y efectivamente había clasificado por segunda mejor marca. Eso me dio una vida más para continuar al día siguiente en la final. Sabía que tenía que corregir algunos errores, que había tenido durante la participación anterior. Tanto así que salió la marca de 7.80m. Quedo dentro de los 8 mejores a nivel panamericano.
Cuando pasaste a esa final con 7.80m, ¿creías que tenías un margen todavía o ya habías alcanzado tu objetivo?
No para nada. En ningún momento tiré la toalla. Jamás me he conformado. Salió 7.76m y sabía que tenía que alcanzar más. Ahí también hubo un tema que afectó no sólo a mí, sino a todas las pruebas en particular: hubo mucho viento. Era un viento muy variado. Incomodó bastante durante la participación.
En Toronto también tuviste la oportunidad de compartir la pista atlética con competidores de talla mundial, sobre todo de Estados Unidos. El ganador de la medalla de oro alcanzó 8.54m, una marca bastante amplia. ¿Qué sentiste al compartir con ese tipo de deportistas?
En mi experiencia como deportista, he logrado participar con ellos anteriormente en otros campeonatos del mundo. No son personas inalcanzables. Es un tema de también de inversión que se tiene por parte del país o de la sociedad misma. En el Perú con los recursos limitados que tenemos hemos alcanzado resultados que superan cualquier tipo de estadística. Ha sido impresionante competir y compartir con ellos la pista atlética. Y demostrar que la preparación que se ha venido realizando y los objetivos se cumplen siempre en competencias fundamentales. Yo logré mis mejores marcas del año en Toronto 2015 y así fue como se planificó. De repente no se batió el récord nacional, pero 7.80m es una excelente marca técnica.
¿Qué aspectos técnicos evaluaron con tu entrenador Oscar Valiente? ¿Qué conclusiones sacaron de tu participación en los Panamericanos?
Tuve la posibilidad de detectar algunas virtudes o recordarlas. Más que todo es recordar cuál fue mi sensación cuando salté 8m o cuando me he elevado sobre más de 8.20 m, en entrenamiento estamos hablando. Entonces, esas sensaciones son las que me han llenado más en este torneo de Toronto.
Como atleta y parte de la delegación de atletismo que estuvo en Toronto, ¿qué reflexión tienes acerca de lo que sucedió con Gladys Tejeda?
Sobre Gladys y los casos que se han dado prefiero no dar ninguna opinión. Sé que cada uno está haciendo su descargo, pero más allá, prefiero no hacer ningún comentario. Más que todo por respeto a la imagen que tienen ellos como deportistas y personas.
Raúl Pacheco, al final de su carrera (42.195m) en Toronto, se refirió a la Federación de Atletismo y la acusó de falta de apoyo. ¿Cuán de cierto es eso?
Es más un tema que maneja la Federación con Raúl. Yo hablé con él, estaba fastidiado, pero no me comentó más. De repente eso fue un tema que debió resolver con la Federación y de hecho, lo ha hecho al final.
Pero en lo personal, ¿consideras que la Federación de Atletismo sí les brinda un apoyo que les permite desarrollarse y tener éxito en sus carreras deportivas?
La Federación de Atletismo, al haber recibido los 3 millones de soles en presupuesto, tiene la capacidad de poder apoyar con mayor facilidad y sin tanta burocracia a los deportistas. La Federación sí está velando por los intereses de todos nosotros como deportistas. Lo que yo esperaría un poco más de la Federación es que no sólo se contente con el presupuesto estatal, sino que el privado también tenga un porcentaje importante para contribuir más a los deportistas. El apoyo económico que da el IPD no debería ser el único apoyo económico que reciban los deportistas activos. La Federación también puede gestionar a través de marcas, prensa, relaciones públicas, el uso de la imagen de sus deportistas. Hay que buscar la manera de sí convencer a la empresa privada.
¿Cuántas posibilidades tienes de clasificar a los Juegos Olímpicos de Río 2016?
Todas las posibilidades de estar ahí. No sólo es un sueño el pretender estar allá, prácticamente es una realidad porque la marca que yo tengo de 110m con vallas es de 13.53s y la que piden es 13.47s, estamos a menos de una décima y la progresión que he tenido anualmente ha sido bastante positiva y mayor a la de una décima, entonces sí se puede conseguir esa marca. Y la marca en salto largo, antes era 8.10m, ahora la han subido a 8.15m, que tampoco es imposible.
¿Piensas clasificar en las dos modalidades?
Me encantaría clasificar a las 2. Principalmente, estoy apuntado a salto largo.
Hace poco leía una entrevista tuya en un boletín del Ministerio de Educación, en la cual mencionabas que para lograr la clasificación a Río 2016 tienes como referente al cubano Iván Pedroso, nueve veces campeón en salto de longitud. ¿Qué aspectos valoras de él que te invitan a imitarlo?
La perseverancia que tenía. Iván Pedroso, además de ser un excelente deportista y un campeón, lo he conocido personalmente. He podido compartir con él una competencia, ya en su retiro (risas), porque yo era muy joven cuando logré competir con él en Río de Janeiro 2007 (Juegos Panamericanos). Luego, lo he podido encontrar en Cuba, cuando he viajado un par de veces a Cuba, y en algún campeonato del mundo, cuando lo he visto ya como entrenador. Compartir con él sus experiencias y las ganas que le puso para salir adelante me ha motivado mucho durante toda mi carrera deportiva en el tema del salto largo.
Actualmente, te encuentras laborando con el Ministerio de Educación en el Plan de Educación Física y Deporte Escolar. Hemos tenido también oportunidad de saber que has viajado a provincia. ¿Qué tal esa experiencia? ¿Con qué realidad te has encontrado a nivel del deporte en nuestro país?
Me he encontrado con una realidad nacional en la cual hay bastante talento. Hay un talento impresionante en todo el Perú, que simplemente con brindarle las condiciones o las oportunidades, dándoles profesionales especializados a un deporte, se puede permitir que en la región se desarrolle un deporte en particular.
¿En qué etapa de tu carrera deportiva te vas a encontrar de aquí a 4 años?
Dios mediante estaré apuntando para ser parte del equipo en Lima 2019, si es posible. Además, de mis retos personales, como profesional me veo creciendo en temas de gestión deportiva, siempre ligado al deporte.
¿Piensas desarrollarte en el ámbito administrativo, pero vinculado al deporte?
De todas maneras. El atletismo me dio todo. Desarrolló en mí valores y competencias, que estoy muy agradecido, y me encantaría poder transmitirlas y que no hayan ‘huecos’ de atletas. Hay muchos espacios generacionales que a nosotros como deporte nos han afectado. Entonces, me encantaría que jamás vuelva a suceder eso. Que haya un círculo virtuoso en temas deportivos y en el atletismo en particular. Que el atletismo se desarrolle como un deporte de élite, como se da en todas partes del mundo.
Finalmente, ¿te visualizas con una medalla de oro en Lima 2019?
Me encantaría. Para 2019, tendría 31 años. Sé que voy a seguir entrenando, pero también va a depender del grado de compromiso que tenga la Federación con nosotros. Yo sé que va estar trabajando con la generación de los más jóvenes, pero también hay parte de la generación de los que somos mayores actualmente. Entonces, nos merecemos ese respaldo y ese mismo nivel de compromiso si estamos hablando de unos Panamericanos acá en Lima.
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